martes, 28 de noviembre de 2017

LUIS LANDERO

EL BALCÓN EN INVIERNO

RESUMEN:
Anotaciones de la revista El Cultural (Ricardo Senabre 12/09/2014)

 El balcón en invierno ofrece varias particularidades de interés. En primer lugar, se trata de una narración autobiográfica. El autor explica por qué ha renunciado a escribir en este caso una historia de ficción y ha preferido bucear en los entresijos de su memoria para sacar a flote sus años de infancia y adolescencia, la relación con su familia, los meandros de sus primeros trabajos -auxiliar administrativo, guitarrista…- y de su tardía y azarosa formación de lector. No es una autobiografía en el sentido estricto del término; ni recoge todos los años vividos ni los ordena cronológicamente, pero es una “deshilvanada y verdadera historia de recuerdos” (p. 234). Más rotundamente: “Esta vez no hay mentiras. Es un libro donde todo lo que se dice es verdad” (p. 212). Dicho de otro modo: no se cuenta todo -y menos aún de la edad adulta-, pero todo lo que se cuenta es cierto. 

No deja de ser paradójico que Landero, que comenzó su carrera con Juegos de la edad tardía creando un personaje -el oficinista Gregorio Olías- capaz de inventarse una vida fantástica, transmutado en Augusto Faroni, haya eliminado aquí todo atisbo de ficción al pasar de la novela al libro de recuerdos. Pero en ambos casos la intervención del narrador modula la historia, la matiza y selecciona sus componentes. Por otra parte, en todas las novelas del autor hay, debidamente transformados o desfigurados, elementos autobiográficos. Aquí varía la proporción -todo el contenido es autobiográfico, en resumidas cuentas-, pero existe manipulación narrativa en la elección de los hechos y su presentación -porque, como ya se ha dicho, no brotan en sucesión cronológica, sino con la temporalidad caprichosa de los recuerdos-, así como en la visión y la interpretación de los mismos. Leer la obra de un modo u otro depende de la atención o el interés que se ponga en las sustancias de contenido de la historia. 
Porque lo que se presenta como un relato de formación -y lo es, sin duda, porque no elude ninguno de los datos esenciales- contiene también una buena galería de retratos: además de los padres, la abuela Frasca, los tíos Ignacio y Santa, el abuelo Luis y sus infinitas habilidades, el atractivo e inconstante primo Paco, el artesano Hilario… Y, por encima de todo esto, constituye la recreación, tamizada por los recuerdos y la lejanía, de un mundo rural, fuertemente singularizado por sus paisajes, lugares y olores, condenado a la uniformidad y a la desaparición. 
La evocación de los años pasados en Alburquerque, que son los de la infancia del autor, contrasta con los cambios que percibe cuando, convertido en adulto y escritor conocido, vuelve de visita a unos lugares que ya no son los mismos. Ni siquiera las viejas palabras de los lugareños, rememoradas con delectación -farraguas, peruétano, morgañera, perrengue, empicarse y otras- parecen ya familiares y habituales entre los más jóvenes, y “no tardarán en olvidarse por completo, como todas las cosas del mundo campesino de entonces. Todo, todo se perderá”(p. 229). 
Estas reflexiones nostálgicas y casi elegíacas descubren súbitamente la razón de ser de la escritura en general y, en particular, de la función encomendada a El balcón en invierno: “Acaso estas páginas puedan servir para que lo vivido no se pierda del todo, y para que algún día los futuros descendientes de los hojalateros ambulantes puedan captar un destello, un eco, de las vidas anónimas de sus antecesores” (p. 244). La literatura -con ficción o sin ella- preserva el pasado, lo prolonga y lo fija, y es, en suma, el modo más seguro de luchar contra la destrucción. 
Landero ha compuesto una obra excelente y, como era de esperar, excelentemente escrita. El recuerdo de las andanzas infantiles en el campo y el relato de los primeros tiempos en Madrid contienen páginas soberbias por la precisión y sencillez con que están contadas. El buen lector, un poco saciado de la prosa hinchada o trivial, sabrá apreciarlas con gozo. 
http://www.elcultural.com/noticias/letras/El-balcon-en-invierno/6739


Recordamos algunas frases:
El triste sonido de la garrota (Página 35)
La risa y el placer había que ganarlo con el mismo sudor con que se gana el pan. (Página 36)
Mi madre era sabia en el manejo del dinero chico (página 97)
Yo no sé de dónde ha sacado esta generación infortunada su temple y su entereza.



El libro nos ha devuelto a otras épocas trayendo recuerdos de la infancia a través del nombre de aperos ya desaparecidos, de la importancia de la familia extensa, la formada por abuelos, tíos primos, la que daba seguridad y sentido de pertenencia. 

CAROLINA RUEDA CUENTA CUENTO

CAROLINA RUEDA
Nos visitó el día 24 de octubre de 2017.

Dice la página CUENTACUARENTA que Carolina Rueda se define como incontinente verbal, imaginario y general, mujer que ha representado a Colombia en eventos por medio mundo del lado de acá de la galaxia (Argentina, Chile, Perú, Venezuela, Costa Rica, México, Estados Unidos, España y hasta las Islas Canarias)  invitada a uno de los viajes en taxi a Marte para el próximo verano. Con  casi 20 años de experiencia, nos ofrece un trabajo profesional una labia ancha y muy propia y un repertorio de cuentos de las más variadas procedencias  e invenciones.
Su trabajo ha sido catalogado como de primera línea en los distintos países de Iberoamérica y cada función que nos ofrece presenta una artista exploradora y completa.
LOS OFICIOS VARIOS
Cuentera, actriz, tallerista, profesora, sostén de escalera,  probadora de sillas, gourmet de pastelería, y sobre todo pasajera de todo tipo de vehículos motores y mecánicos por los ríos del mundo. Lo del apellido parece más un destino.

https://cuentacuarenta.com/carolina-rueda/
Nos contó el cuento del pueblo de la gente que tiene palabra y el del pueblo que cree en la palabra. 
Nos contó el cuento del condenado a muerte que se arriesga a enseñar a volar a un caballo en un año, porque en ese tiempo se puede morir el rey, el caballo, él mismo o el caballo puede aprender a volar.
Nos contó sobre el entendimiento y la memoria.
Nos contó.


Algunas páginas con vídeos:
La reina del cuento: https://www.youtube.com/watch?v=mMCSYVT-Gt4
el pájaro de la libertad:https://www.youtube.com/watch?v=KoL62YNix_g